Nació en 1981 en Helsinki (Finlandia) estudió Bellas Artes en la Universidad de Arte y Diseño de su ciudad natal y al graduarse fue elegida como la artista finlandesa más joven del año. Pero su historial artístico comenzó mucho antes, concretamente cuando empezó a fotografiar con una gran calidad técnica en la escuela secundaria.
Desde su periodo de formación dispuso también de una gran cantidad de fotografías familiares antiguas, muchas de ellas databan de finales del siglo XIX que sirvieron de base en muchas de sus obras. Con ese bagaje pudo desarrollar un estilo muy personal que hizo que sus fotografías siempre fueran consideradas como una inquietante vía natural entre el pasado y el mundo.
Las fotografías de Leppälä van más allá de lo concreto y lo vuelve transparente, parecen tener la virtud de poder paralizar las escenas: congelar el tiempo. Son obras simples, directas y misteriosas que presenta un mundo tranquilo, alejado de aspectos oscuros, con un mensaje simbólico y algo costumbrista. La nostalgia y los recuerdos toman forma con la base de una gama de colores sobrios que aportan una comunicación significativa y fascinante que puede ser interpretada como irrealidad.
Su trabajo está influenciado por la pintura porque, según ella misma confiesa, la mayoría de sus referencias visuales son sobre obras plásticas que se producen en su inconsciente involuntariamente, no se trata de obras específicas sino de forma generalizada, como las composiciones de color que forman las improntas de las imágenes.
En las fotografías de Anni aparecen generalmente mujeres o niñas no identificables porque casi siempre deliberadamente esconden sus rostros, posando de espaldas o cubriéndose con cuidadas melenas cobrizas lo que ya incorpora un interesante misterio sobre la protagonista de la historia que nos quiere mostrar. Por otra parte, muchos de los lugares y entornos que aparecen en sus imágenes no tienen un significado personal, pero autora insiste en que su objetivo principal no es hacer obras autobiográficas, sino manifestar su interés en invitar al espectador a acercarse a los temas que propone en el espacio adecuado, pese a ello, en muchas de sus obras es imposible no identificar el contexto de Leppälä.